lunes, 11 de abril de 2011

Caminar los parques.


(No recuerdo donde salio publicado este articulo)

Si hay algo que seguramente se va a ver en cualquier lugar, son aves. Estas suelen ser muy ruidosas y movedizas. Por ello son las que mas fácilmente se pueden observar. Muy difícilmente se podrá ver otros animales ya que estos son extremadamente esquivos y escasos. Con un poco de suerte podrán ver algunas liebres y en ciertas zonas podrán ver ciervos y guanacos. Lamentablemente con todas las demás especies, son prácticamente nulas las probabilidades de ser avistadas, ya que son extremadamente desconfiadas y prefieren tenernos bien lejos. Por este motivo desaprovechar la posibilidad de observar a las aves es desaprovechar uno de los mayores atractivos que brinda una día de campo.
Para disfrutar de la observación de las aves es necesario contar con uno prismáticos ya que sin ellos es mucho mas difícil descubrir las diferencias y la ayuda de una guía permite poner un nombre a lo que se esta observando estos dos elementos le dan un sentido al hecho de salir a pasear.

Por lo general se suele transitar en vehículos, pasando raudamente por lugares únicos. Hay una gran diferencia en lo que se ve, según la velocidad y la altura a la que se pasa por un lugar. Sin dudas, el medio de transporte ideal es el que tenemos agarrado a las caderas, ósea nuestras piernas  Para disfrutar y observar debemos tomarnos el tiempo y dárselo a la naturaleza, ya que cuando ingresamos a un lugar los vigías dieron la voz de alerta y todo se queda quieto y espera a que nos vallamos. El ingresar a un escenario debe ser con cautela y respeto. Casi siempre lleva un rato descifra cada lugar, (si es que alguna ves lo logramos), hay cerca de 180 especies de aves que podríamos ver dentro del Parque Nacional Lanín. Dependiendo de en que tipo de geografía nos encontremos y de la época del año, podemos tener la suerte de observar una variada gama de especies. El tema es empezar a descubrir de quien se trata. Por lo general solemos meter en la misma bolsa a todos los seres emplumados. Pero si nos tomamos el trabajo de tratar de identificar a las especies que vemos, pronto descubrimos un mundo fascinante lleno de seres con sus costumbres y formas de resolver la vida. Esto convierte a las salidas al campo en un juego apasionante. Ir completando la colección nos lleva a querer salir lo más posible, y les aseguro que no es nada fácil. Llevo varios años caminando y buscando a las diferentes especies y cada tanto tengo suerte de poder agregar alguna nueva, (para mi), a mi lista.    
En todos lados hay cosas para ver pero, el secreto esta en saber quedarse en silencio y esperar un poco. La mayoría de los animales que se pueden encontrar visitando algún paraje nos conoce muy bien y saben que la gran mayoría solo pasa, y si ellos se quedan quietos y en silencio lo mas probable es que pasemos al lado de ellos y no los vemos.
Si vamos prestando atención a los sonidos, pronto distinguiremos cuales son las voces de alerta de la naturaleza. Otro detalle de las salidas al campo es el de quedarse quieto semioculto y veremos como los habitantes de esos lugares salen a ver por qué no seguimos viaje. Personalmente creo que la mayoría de las aves son muy curiosas y si nos comportamos de modo extraño saldrán a ver que estamos haciendo. Si además de observar a las aves sumamos a las plantas y los insectos de repente no nos alcanza el tiempo, y si es así, eso quiere decir que la estamos pasando bomba.
Cuando se trata de salir a entretenerse es recomendable disponer de ciertos juguetes que convierten un tarde común en una tarde de “Aquellas” donde se aprende y se disfruta de lo que uno esta viendo. Por lo general llevo en mi mochila unos prismáticos, una lupa y una cámara con lo cual me aseguro de pasar una jornada memorable.
Por supuesto, cada uno tiene su manera de pasar su tiempo libre, pero muchas veces he escuchado a gente quejándose de que no hay nada para hacer, y sinceramente me compadezco de ellos ya que con un poco de curiosidad y ganas de observar es muy difícil aburrirse. No hace falta ser un ornitólogo o un biólogo para entretenerse. Con muy poca información uno puede ir haciendo descubrimientos que transformen nuestra rutina de pasar el tiempo libre saboreando la naturaleza que tanto nos esforzamos en querer transformar. 

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